Preciosa ruta para primavera, otoño e invierno.
Parte de Gema, pedania de Yecla de Yeltes, va por un camino, al lado del Arroyo de Villarralbo hasta el Molino de la Tomás y las casas, al lado del molino, todas en ruina, mucha pena!
Se atraviesa la puente y se continúa por la otra orilla, en dirección contraria a la que trajimos. Toda la orilla del Huebra, nos encontramos con una cigüeña negra, cormoranes, tortugas, liebres, perdices, patos, codornices... y un sin fin de otras aves y pajaritos, que nos acompañaron con sus cantos.
Hasta llegar a otro antiguo molino en piedra, el molino de Joselillo, abovedado y su represa! Esta vez, nos ha dado mucha pena también, porque se había venido abajo la techumbre. Por el camino, nos encontramos restos de otros molinos.
Lástima que las administraciones no restauren estos molinos y estas represas antiguas.
De ahí subimos por el camino antiguo a Cerralbo, hasta unas precisosas paredes de piedra que cerraban una tierra, hacia nuestra izquierda, bajamos hacia el Arroyo, pasando por una pequeña puente sobre el Regato de Sarita que se junta con el Arroyo de la Vega y continuamos por camino hacia una portera. De ahí un trozo de pista hasta encontrarnos, a nuestra derecha otro camino antiguo, precioso, rodeados de encinas centenarias y con formas curiosas.
Hay que tener cuidado cerca del río, hay mucha alambre de Espino tirada y cercas en el río...
También hay restos de un Castro vetón, el de Los Castillos:
* https://salamancartvaldia.es/noticia/2023-03-24-el-castro-de-los-castillos-de-gema-318556
El castro de Los Castillos de Gema, en el municipio de Yecla de Yeltes, sigue siendo un tesoro arqueológico lleno de incógnitas, cuya falta de excavación hace que conozcamos muy poco de él.
En un monte situado kilómetro y medio al oeste de la localidad de Gema (en el municipio de Yecla de Yeltes), se esconden los restos de un antiguo castro vetón, el de Los Castillos, que aunque catalogado como yacimiento arqueológico, actualmente sigue siendo un gran desconocido en la provincia, quizá por aquello de que permanece sin ser puesto en valor y sin ser excavado en profundidad.
El surgimiento de este castro se dio gracias a su posición estratégica sobre el entorno, al situarse con una gran visibilidad sobre la confluencia entre el regato que surge de la unión de los del Espinacal y de la Vega (que bordearía el monte que alberga el castro en su parte norte y este) y el río Huebra (que cerraría por el oeste dicho monte).
Por otro lado, llama la atención del enclave el hecho de que la zona donde no hay una corriente fluvial cerrando el monte, la geografía sí que dificulta el acceso al antiguo castro, al estar los accesos en la parte sur poblados de grandes peñas que facilitarían también la defensa natural del enclave, como también ocurriría en la cara del monte que da hacia el río Huebra, especialmente escarpada.
En cuanto a las caras del castro que darían hacia el regato que surge de la unión de los del Espinacal y de la Vega, con una defensa más complicada por ser la geografía menos abrupta, aún hoy pueden observarse los restos de la muralla hecha en sillarejo de granito que cerraban el castro de Los Castillos por sus lados norte y este, precisamente como defensa de esa parte más vulnerable en cuanto a su defensa natural.
Por otra parte, aunque desapercibido para gran parte de la población, el castro de Los Castillos de Gema ha llegado a estar incluso en agenda política en los últimos años, tras haber presentado en 2016 Unión del Pueblo Leonés una iniciativa en las Cortes autonómicas para excavar y poner en valor este castro, posteriormente reiterada, y pese a que no lograse el objetivo de excavación y valorización, sí acabó derivando en que el arqueólogo Alberto Martín Esquivel hiciese por encargo de la Junta en 2019 un trabajo de teledetección visible en LiDAR.
En estas labores investigadoras, se observaron tanto la existencia de buena parte de la muralla del castro (que podría alcanzar los seis metros de altura en algunos puntos), como una posible estructura campamental en la zona sur del castro, dos accesos empedrados, uno al noreste del castro (de metro y medio de anchura) y otro al sureste, mientras que en su interior se advirtieron dos espacios claramente delimitados, como una plataforma amplia en la zona norte y otra de forma circular en el centro del castro, que se comunicarían por un paso en la parte noreste del castro.
En cuanto a qué albergaría este yacimiento, por ahora solo se ha podido asegurar la existencia de un castro como lugar de habitación datado en la Edad del Hierro, mientras que se creen posibles la existencia de una necrópolis del Hierro, o que haya restos de habitación posteriores y de que hubiese ejercido un papel de posición militar en la época romana altoimperial.
En todo caso, ante la falta de excavación del castro de Los Castillos de Gema y la ausencia de un plan ambicioso que pudiese permitir descubrir los detalles del mismo y su puesta en valor, este yacimiento sigue siendo un tesoro arqueológico lleno de incógnitas, que sin embargo tendría potencial para, combinado con otros castros de la zona sí puestos en valor (como los de Yecla la Vieja, Las Merchanas o Saldeana), contribuir a potenciar en la zona el turismo ligado a nuestro pasado vetón.
* https://siempredepaso.es/laborioso-rio-huebra-salamanca
* http://www.birdwatchinginspain.com/index.php/es/rutas/comarcales/4321-gema-fabrica-de-harina
La Tierra de Vitigudino guarda maravillas naturales tan singulares como el río Huebra. Esta ruta discurre desde la población de Gema hasta el mismo río, en cuya orilla se encuentra una fábrica de harinas abandonada, conocida como el Molino de la Tomasa, y su puente. La zona está catalogada como ZEPA y LIC.
Durante el recorrido se transita por dos tipos de paisaje. En primer lugar por una dehesa de montes suaves de encinas, con alguna charca que sirve de abrevadero para el ganado. A continuación se va descendiendo suavemente hacia el valle serpenteante del Río Huebra, donde la dehesa entra en brusco contacto con el ecosistema de ribera.
Es probable observar el vuelo de aves como milanos, elanios azules, culebreras europeas y aguilillas calzadas. En la ribera, el martin pescador y la nutria estudian atentos el cauce del río en busca de pequeños pececillos como la pardilla o el calandino mientras, en las masas de bloques graníticos que acompañan la marcha del río Huebra, crían la cigüeña negra, el alimoche y el búho real.
* https://www.elespanol.com/castilla-y-leon/region/salamanca/20210320/viajes-fabrica-harinas-gema-languidece-orilla-huebra/567444100_0.html
