Domingueros Viti

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Despacio, despacio...Vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir.

viernes, 18 de octubre de 2024

Pisa. La Toscana. Italia

 Viaje con el Club de los 60, de la Junta de Castilla y León, a la provincia de La Toscana en Italia, con guía acompañante y unos maravillos@s guí@s locales, profesores de historia y de arte. 8 intensísimos días: 2 noches en Pisa, 2 noches en Siena y 3 en Florencia.

Visitando preciosos pueblos y ciudades medievales: Lucca, San Gimignano, Volterra, Abadia de San Antimo, Arezzo y los bellísimos paisajes de La Toscana.

Monumentos, museos e imponentes edificios de inestimable valor artístico mantienen vivo el recuerdo de Pisa como República Marítima que, durante mucho tiempo, fue la dueña indiscutible del Mediterráneo.

Dinámica y animada por la importante historia que desprenden sus murallas, Pisa nos recuerda inmediatamente a la Torre Inclinada, símbolo de la ciudad y el monumento italiano más conocido del mundo. Junto con la catedral y el baptisterio, la Torre de Pisa forma parte del conjunto de "Milagros" que denominó Gabriele D'Annunzio, de ahí el nombre Piazza dei Miracoli, que define perfectamente el lugar que los alberga. 

Monumentos, museos e impresionantes edificios de un valor artístico inestimable mantienen vivo el recuerdo de Pisa como República Marítima, dueña indiscutible del Mediterráneo.

Como sugiere su título florentino de Reina de los Estudios, Pisa no solo es una de las ciudades de arte más queridas de Italia, sino que sigue siendo una ciudad joven, bulliciosa y animada donde se funden pasado y presente.

La historia de Pisa combina siglos de esplendor cultural y económico, con periodos de dominación asfixiante, degradación y abandono. Algunos historiadores creen que tiene un antiguo origen griego, mientras que otros creen que es etrusco. Lo importante es que la Pisa medieval vivió su primer periodo de esplendor económico, político y artístico. Entre los siglos XI y XII, la ciudad vivió grandes descubrimientos científicos y conquistas territoriales, con la construcción de edificios espléndidos como la Piazza dei Miracoli, el Duomo y la Piazza dei Cavalieri.

Cabe destacar el periodo en que Pisa fue República Marítima: gracias al comercio nacional e internacional, se convirtió en una potencia naval del Mediterráneo. Con su éxito en la Primera Cruzada, estableció lazos fructíferos con Oriente Medio, importando materiales valiosos y tejidos raros. El dominio político de Pisa declinó tras la batalla de Meloria contra Génova en 1284, con el colapso de varias actividades comerciales importantes.

En los años siguientes, estuvo sometida al dominio de los señoríos de Uguccione della Faggiola, de la familia de la Gherardesca (entre los que destaca Ugolino della Gherardesca), de la familia Gambacorta y la Visconti de Milán, hasta ser conquistada por Florencia en 1406: los Medici aseguraron a Pisa un periodo de recuperación que le proporcionó importantes obras artísticas.

En 1800, fue Napoleón quien hizo una importante contribución a la ciudad, fundando la famosa Universidad de Pisa, la Scuola Normale Superiore. En 1860, Pisa se unió al Reino de Italia.

Empieza con el símbolo de Pisa, la Torre de Pisa. Se encuentra en la Piazza del Duomo y su característica inclinación se debe al hundimiento del terreno en las primeras fases de construcción (entre los siglos XII y XIV). Los pisos superiores se construyeron inclinados en sentido contrario a la pendiente para intentar enderezarla.

Siguiendo con los tesoros de Pisa: La Piazza dei Miracoli merece algo más que un paseo fugaz. Grandiosa y monumental, alberga el Duomo, el Baptisterio, la Torre Inclinada y el Cementerio Monumental de Pisa, una concentración de belleza que recuerda el poder económico de la República Marítima.

Por último, los lugares de culto: el Baptisterio de Pisa, el más grande del mundo, merece ser admirado con la boca abierta. Su construcción, iniciada en 1153, es obra del arquitecto Diotisalvi, aunque algunas de las numerosas y espléndidas esculturas de la fachada son de Nicola Pisano y su hijo Giovanni.

Además de admirar su historia en el patrimonio artístico y arquitectónico, visitar la ciudad toscana es la oportunidad perfecta para entretener a toda la familia.

El primer consejo es visitar el Jardín Botánico: fundado en 1543 por Luca Ghini, naturalista y médico, es el primer jardín botánico universitario del mundo. Dejará con la boca abierta a grandes y pequeños gracias a su variedad de plantas de los cinco continentes: desde las aromáticas de la maquia mediterránea, hasta las carnosas de los desiertos africanos y americanos, pasando por las especies de las marismas toscanas. Una inmersión de 360 grados en la naturaleza.

Es imposible visitar la ciudad sin subir a la Torre de Pisa y disfrutar de una vista inigualable de la Piazza dei Miracoli: ¡una experiencia inolvidable!

Un paseo por Viale delle Piagge atraerá a caminantes incansables, ciclistas y a quien busque un poco de relax: es una larga calle arbolada en la orilla derecha del río Arno, entre el Ponte delle Bocchette y el Ponte della Vittoria, flanqueada por un carril bici y un parque urbano.



































































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