Domingueros Viti

Domingueros Viti
Despacio, despacio...Vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir.

viernes, 8 de marzo de 2019

Lisboa, Estoril, Cascais y Sintra (Portugal)

El lugar ideal para alojarse, cerca de todo, es una isla verde (árboles, plantas, pájaros, gallina, perro, gato, peces...) y a la vez aislada del ruido y de los turistas de la gran urbe. Una sensación de olores y colores maravillosa. ¡Un oasis!
Tiene la parada del tren al ladito, una pastelería frente al acceso al tren, muy aconsejable y lugares para hacer compras...
Y qué decir de Afonso: un pequeño solecito, lleno de alegría y amabilidad, un viajero y conversador nato. Te podrías pasar la estancia sin salir de allí ¡y no es broma! Y su familia, todos encantadores.
Por eso dedico esta entrada para ellos.
*  https://casadohibisco.wixsite.com/guesthouse




















Para ver Lisboa hay muchas guías orientativas, pero no hay nada como dejarse aconsejar por los propios lisboetas y tomarselo de forma relajada y regresar a la zona, cuantas veces sean necesarias, por lo tanto, vamos a ir "devagar", sin prisas. Así que caminamos, hasta la parada de tren en San Pedro de Estoril, por las tranquilas calles de la zona, disfrutando de las vistas del mar, palacios, museos, monumentos...del viaje de 30 minutitos en tren, llegando al Cais de Sodré.







* https://rojocangrejo.com/entradas/que-ver-en-lisboa-en-3-dias/

Al igual que ocurre en la “ciudad eterna”, Lisboa nació entre 7 colinas y con mucha mitología de por medio.
Según cuenta la leyenda griega, la capital del fado fue fundada por Ulises (Odiseo) tras su huida de Troya (parece que el chaval les sacaba más ventaja a sus persecutores que Usain Bolt porque ya me dirás tú sino…).
Este puerto natural con vistas al océano Atlántico, regado por las aguas del río Tajo, le pareció un buen lugar para fundar la ciudad de Olissipo, actual Lisboa.
Las similitudes que podemos encontrar entre la capital lusa y Roma se cuentan a montones y ambas conservan de una forma muy especial ese aura de misterio que las hace únicas.

Antes de meteros en harina, quiero que te hagas un esquema mental de Lisboa a través de sus barrios más conocidos:

Alfama. El barrio más antiguo de Lisboa y el más famoso de todos. En sus callejuelas podrás contemplar la verdadera vida de barrio, esa en la que los vecinos se conocen desde tiempo inmemorial y la colada limpia ondea en los balcones. En él se encuentra la catedral de Lisboa (Sé), el castillo de San Jorge y los miradores de “Portas do Sol” y “Santa Luzia”.

La Baixa. Es el ensanche de la ciudad, la parte llana donde están Zara, Mango y demás tiendas conocidas en las antípodas. Con esa referencia te haces una idea de cómo es esta zona, ¿verdad? Muchas luces y brillos y poca autenticidad.

Chiado y Barrio Alto. Es la zona que más me gusta, el Montmartre de Lisboa. La parte más bohemia, hipster, rara o como quieras definirla. Puedes pegarte media vida descubriendo locales chulísimos en los que comer o tomarte un café.

Belém. Está bastante alejado del centro, para llegar hasta allí lo mejor es coger el tranvía 15. En esta zona está el Monasterio de los Jerónimos y la famosa fábrica-pastelería de Belém, conocida por sus pasteles de Belém (hechos con hojaldre y crema). A mí me pareció muy sin más, vamos que estuvimos 10 minutos viendo la zona de la Torre de Belém y el Monumento a los Descubrimientos y nos piramos. Si tienes poco tiempo para visitar Lisboa me lo saltaba directamente a excepción de LX Factory, un espacio del que te hablo un pelín más abajo.
Ahora que ya sabes de qué rollo va cada barrio, aquí va un listado de lugares que no puedes perderte si te gusta huir del turismo habitual.

LX Factory. Se trata de una antigua fábrica, la Companhia de Fiação e Tecidos Lisbonense, reconvertida en espacio cultural para exposiciones, diseñadores de todo tipo, mercadillos y cafés con mucho encanto. Se encuentra en la calle rúa Rodrigues de Faria 103, y para llegar hasta allí lo más sencillo es coger la línea 15 del tranvía. Dentro de los antiguos pabellones de ladrillo puedes encontrar de todo, desde una de las 10 librerías más bellas del mundo (Ler Devagar) hasta tiendas vintage o lo último en diseño nórdico. Te recomiendo visitarlo el domingo por la mañana, aprovechando que se celebra un mercadillo semanal, y quedarte allí a comer. Entre las múltiples opciones gastronómicas destacan La Cantina (el antiguo pabellón en el que comían los trabajadores) y 1300 Taberna. Para rematar la faena, no puedes irte sin probar la tarta de chocolate de Landeau Chocolate.

* https://www.viajeroscallejeros.com/lisboa-en-3-dias/
* https://www.aprendizajeviajero.com/que-ver-en-lisboa-dias-portugal-alrededores/
* https://elviajemehizoami.com/visitar-lisboa-en-tres-dias-y-descubrir-sus-encantos/

Lisboa es la capital de Portugal y una ciudad de contrastes. A veces te transporta a los años 70 del siglo pasado y otras se te muestra como una ciudad moderna del siglo XXI.
Lisboa son calles estrechas y empedradas, fachadas de azulejos y tejados abuhardillados. Lisboa son cuestas y cuestas por el Barrio Alto y el Barrio de Chiado. Además por estas calles encontrarás muchas tiendas vintage y librerías antiguas de las que ya no se ven en España.

Desde El Barrio Alto y el Barrio de Chiado siempre te encontrarás en la loma que hay al otro lado el imponente Castillo de San Jorge. Este barrio de alrededor del castillo se llama Moureria y es más tranquilo que los otros. Atesora gran cantidad de restaurantes encantadores y las casas de azulejos se ven mejor cuidadas.
Después de todas estas cuestas Lisboa también tiene calles rectas y planas por la zona de la Plaza de Rossío y sus aledañas hasta la famosa Plaça do Comercio. Además sorprendentemente el comercio tradicional resiste por la zona aunque desgraciadamente empiezan a llegar las grandes multinacionales.

Nosotros nos fuimos en el Tuk-Tuk eléctrico de Rubén (No dudéis en llamarlo 00351 910800025) a visitar la zona antigua, un día de lluvía, Rubén un chico portugués super amable, que hablaba 7 idiomas y con mucho desparpajo y un saber hacer increíble, nos explicó muchísimas cosas, historias... derrochando amor por su Lisboa. Llamarlo, no os arrepentiréis.
https://www.traveler.es/viajes-urbanos/articulos/lisboa-mejor-ciudad-mundo-vivir/11548










































Sintra

Un lugar para disfrutar poquito a poquito, la concentración de Quintas y Palacios es abrumadora. Así que nos vamos a centran en La Quinta de la Regaleira.
Quinta da Regaleira es uno de los monumentos del paisaje cultural más sorprendente y enigmático de Sintra.

Es uno de los ejemplos más hermosos de la arquitectura revivalista romántica de principios del siglo pasado, con sus jardines, su bosque y la arquitectura neomanuelina de su capilla y palaceta, este sitio hospeda grutas, lagos, alamedas y pasos subterráneos

Qué ver en la Quinta da Regaleira
Todo organizado conscientemente (aparentemente) para dar lugar a diversos símbolos religiosos que van desde la cábala a la orden templaria, del cristianismo a la metafísica.

Según el libro “Quinta da Regaleira – Sintra Portugal” este sitio “es un conjunto de construcciones inspirado por dos hombres que hacer un espacio idílico, lúdico y didáctico donde el arte y el misterio se unen.” Alquimia, Masonería, La Orden Templaria y la tradición mitológica portuguesa se encuentran en el sitio con diversos juegos en los jardines y espacios de la Quinta.

15372042013_c055a67db3_zEs un jardín “iniciático” donde se mezclan diferentes interpretaciones simbólicas de las tradiciones y mitos que dan de comer a la imaginación histórica, con características arquitectónicas góticas y románticas. Algunos lo denominan como una gran “epopeya arquitectónica y artística” del estilo manuelino junto con el “vegetalismo sincrético del renacimiento” que no es más que la mezcla de elementos vegetales diseñados en formas estilizadas.

Autores e Historia de la Regaleira
La Quinta da Regaleira en Sintra fue visualizada por Carvalho Monteiro, también conocido como “Monteiro de los millones”. Monteiro nació en Rio de Janeiro, y fue heredero de una fortuna familiar hecha por sus padres portugueses en brasil con el monopolio de café y piedras preciosas. Monteiro era un distinguido coleccionista de libros, adoraba la ópera y los instrumentos musicales, coleccionaba conchas de mar, mariposas y antigüedades en general. Su amplísima cultura seguramente influyó el insólito jardín de la Quinta.

Luigi Manini fue el arquitecto invitado, este pintor, arquitecto y escenógrafo italiano es conocido por su trabajo en el Scala de Milán.

Ambos quería resucitar ideales del pasado y esto lo hicieron a través de diferentes pensamientos religiosos y de misterios, buscando reflejar un poco del alma lusitana.

Todo el sitio está conectado a través de cuerdas, nudos, lazos y boyas en su arquitectura, dándole continuidad a la diversidad de estilos presentes en la quinta: Gárgolas, representaciones de la torre de Babel y otros son parte de los lenguajes de arquitectura presentes en la Quinta Da Regaleira.


































Sintra tiene dos caras. La parte moderna de la ciudad, aislada del centro histórico, no tiene ningún interés turístico y es meramente una ciudad dormitorio de Lisboa. La parte antigua del pueblo, por su parte, está situada ya en las faldas de la Sierra y es un pequeño y encantador reducto de callejuelas (con sus correspondientes restaurantes y tiendas turísticas). Evidentemente, es la parte antigua del pueblo -y sus palacios- lo que le ha permitido ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Sintra es conocida por sus palacios y sus paisajes. Entre los palacios, el más destacado es el Palacio da Pena y los jardines que lo rodean, en la parte más alta de la montaña vecina. Pero también son interesantes el Palacio Nacional -en el centro del pueblo con sus chimeneas blancas inconfundibles- y la Quinta da Regaleira. Otros puntos de interés son las ruinas del Castillo, el Convento dos Capuchos o el palacio de la vecina ciudad de Queluz.

Podemos comenzar nuestra visita en el centro del pueblo. Si vamos en tren, la estación de cercanías está en pleno casco histórico. Desde allí salen los autobuses circulares que suben a lo alto de la peña y los que van al Cabo da Roca y a Cascais. Podemos tomar los autobuses directamente o comenzar con un paseo por el centro histórico y tomarlos allí más tarde.

En lo alto de la colina (a la que se puede llegar en coche, autobús o a pie) nos encontramos con el Palacio da Pena y el Castelo dos Mouros. Del Castillo quedan pocas ruinas -menos que del de Lisboa-, pero dispone de buenas vistas de la Sierra. Por su parte, el Palacio es realmente bello tanto por su ubicación -en lo alto de la montaña-, como por su arquitectura e interiores.

El Palacio fue construido en la primera mitad del siglo XIX como residencia de verano de la familia real portuguesa sobre las antiguas ruinas de un monasterio. Se puede visitar y es uno de los grandes atractivos de la ciudad, por lo que en los días de mayor afluencia turística podremos encontrarnos con grandes colas o, incluso, aforo completo.

Palacio Pena Sintra
Palacio da Pena de Sintra.

https://www.eldiario.es/viajes/escapadas_con_encanto/visita-Palacio-Pena-Sintra-salir_0_1039746561.html

En el Palacio podemos contemplar cómo eran las estancias y decoración típica de un palacio de verano en el siglo XIX y, además, podremos disfrutar de unas vistas impresionantes de toda la Sierra de Sintra y sus alrededores (en los días claros, incluso podemos distinguir Lisboa a lo lejos) y de un jardín que pocos visitan, pero que también es realmente agradable.

Volviendo al centro de la ciudad, el Palacio Nacional de Sintra es otro de los lugares de interés en el municipio. Fue construido en el siglo XVI y destaca por su fachada blanca y sus chimeneas en forma de torre. Es una mezcla de estilos arquitectónicos.

También, a poco más de un kilómetro del centro del pueblo, nos encontramos con una finca algo menos conocida, pero también muy atractiva: la Quinta da Regaleira, en cuyo interior destaca, sobre todo, el entramado de cuevas y estanques de su jardín.

Cabo da Roca

Cogiendo desde Cascais el autobus nº 403 dirección a Sintra, pasas por el Cabo de Roca, una ruta bien aconsejable.
Los más interesados por la arquitectura y los palacios podrían quedarse, incluso, disfrutando todo el día en Sintra, para volver a Lisboa desde allí; pero quien haya acabado pronto puede continuar la ruta. Se hace mejor con coche (el alquiler es una buena opción para quien sólo lo necesite un día), pero también se puede hacer en transporte público en algo más de tiempo.

Desde Sintra nos dirigimos hacia el oeste y atravesamos algunos pueblos de la Sierra hasta la costa. Al lado de la carretera veremos la vía de un tranvía que funciona en la época de verano y nos lleva hasta la playa das Maças, en una excursión muy agradable y recomendable.

Pero nosotros seguimos en dirección a otra parte de la costa. Los acantilados de Cabo da Roca tienen interés turístico por dos motivos esenciales: Las impresionantes vistas de la costa que se nos ofrecen desde sus 140 metros de altura sobre el nivel del mar y la curiosidad geográfica de ser el punto más occidental de la Europa continental. Una visita muy recomendable, en un entorno natural bastante aislado.

Cascais y Estoril

Desde nuestra casita, paseamos por toda la Costa desde San Pedro do Estoril hasta Cascais. Un paseo muy agradable.

































* https://www.cascais.pt/galeria-de-imagens/paredao
* https://www.mapmywalk.com/pt/cascais-lisbon/

Desde el Cabo da Roca emprendemos el viaje de vuelta a Lisboa por la costa de Cascais. Si seguimos por la carretera de la costa, antes de llegar a la ciudad de Cascais encontraremos la playa de Guincho, rodeada por un entorno de dunas y que presume de ser una de las más atractivas de los alrededores de Lisboa para quien busque entornos más salvajes.

Siguiendo por la misma carretera, ya llegando a Cascais, nos encontraremos con la Boca do Inferno, una pequeña zona de rocas donde el mar rompe con estrépito para darle ese nombre.

Cascais es un pequeño y tranquilo pueblo que pasó de ser un puerto de pescadores a un lugar de segundas residencias y casas de veraneo de las clases altas. Paseando por su tranquilo centro podemos encontrarnos algunas de estas mansiones, además de playas pequeñas con bastante encanto.