Domingueros Viti

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Despacio, despacio...Vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Ruta en Bicicleta por Villarmuerto, Brincones, Carrasco, Sanchon de la Ribera

Ruta circular en bicicleta desde Vitigudino, la mayor parte del tiempo por antiguos caminos vecinales, gracias al Google map. Aproximadamente 40 Kms. Comenzamos en Vitigudino, en la carretera de Villarmuerto, cogiendo el 1er camino de tierra que sale a la derecha, que nos lleva hacia el molino cojudo o algo así. Bajando todo el camino, tomamos un camino hacia la izquierda y ya nos lleva hasta Villarmuerto, hay que pasar varias porteras y cerrarlas, hay ganado suelto, pero no es bravo.
Epoca extremadamente seca y falta de lluvias. El Serengueti salmantino!







Una vez en Villarmuerto, recorrimos sus calles y sus preciosas casas de piedra, con sus huertos al lado protegidos por paredes de piedra, donde no faltan higueras, laureles, pozos...medio derruidas ¡qué penita da! Nos dirijimos por otro antiguo camino hacia Brincones, donde nos encontramos la ribera seca, como casi todas las charcas del camino.








Desde Brincones y después de comer nuestros ricos bocatas, moras e higos, cogemos otro camino que nos acerca a Carrasco. Me gusta llamar a esta zona el Serengueti salmantino, sobre todo en verano, cuando la hierba está seca y de color amarillo, las charcas y riberas se secan y los animales pastan a su antojo por el campo lleno de encinas, escobas, zarzales, robles...







Santillana del Mar, Oreña, Museo de Altamira, Cascada El Bolao......

De Vitigudino a Santillana del Mar, realizamos una parada en Frómista, para estirar las piernas, desayunar y visitar el pueblo y sus iglesias, que bien merecen una visita. Ya de buena mañana, se nota que el Camino de Santiago tiene un gran tirón turístico en la localidad, está llena de turistas de nacionalidades muy diversas, visitando el pueblo, desayunando, comenzando el camino...








Continuamos el viaje hasta Santillana del Mar, la villa de las tres mentiras: ni es Santa, ni es llana, ni tiene mar. Merece la pena recorrer sus calles, subir alguna loma para obtener unas bonitas vistas. Lo hacemos con tranquilidad.












Nos dirijimos a Oreña, con su Palacio de Quintana, vestigios romanos, en un pequeño puente, al lado de una ermita, que nos acerca al Puerto Calderon  y su playa más cercana Luaña, al lado de Cóbreces, donde hay unos ricos quesos fabricados en el monasterio por sus monjes y enfrente una panadería con pan rico, rico, rico...








El museo de Altamira, bien merece una visita guiada y por libre, y bien merece toda una tarde, la lluvia nos ayudó a decidirnos. La visita guiada a la Neocueva, merece, porque las explicaciones que ofrecen, son muy interesantes, sobre todo si vas con niños. Luego hay tiempo para visitar el resto del museo con tranquilidad, porque está muy completo. También visitamos una exposición temporal, sobre calcos que arqueólogos habían realizado en cuevas de la prehistoria por toda España, con un vídeo muy didáctico.
















Y para terminar el mini viaje de 3 días, ruta por Cóbreces para ver la cascada y los acantilados del Bolao, que gracias a las intensas lluvias del día anterior, estaba en su esplendor.