Domingueros Viti

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Despacio, despacio...Vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir.

lunes, 18 de noviembre de 2024

Villadepera. Miradores de la Peña Blanca y Pena Centigosa. Molino del Cubo. Zamora

 * https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/villadepera-de-pena-blanca-a-pena-centigosa-y-molino-del-cubo-71007318


Inicio la ruta dejando el coche al lado de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción que presenta una serie de añadidos y reparaciones sobre la fábrica primitiva. Destaca su entrada de amplio arco y su torre cuadrangular en la que se abre una ventana saetera para iluminar la escalera de subida a la torre.

Aunque en el panel informativo la ruta está indicada para hacerla empezando al revés de el camino que yo sigo, recomiendo seguir lo que yo hice porque tendréis el Puente de Requejo de frente en todo momento (y no de espaldas que no lo veréis)

La ruta está perfectamente señalizada con balizas que indican el camino a seguir, y con paneles explicativos de todos los lugares de interés que se encuentran en la ruta. Puede ser apta para niños, pero extremando la precaución en los lugares donde el sendero se estrecha ya que estas partes no son muy fáciles de transitar.

Antes de llegar a Peña Blanca se puede disfrutar de ejemplos de la actividad minera de la zona, explotaciones, cuevas y galerías perfectamente visibles hacen ver que esta actividad fue muy recurrente en Villadepera. Aconsejo llevar frontal para poder explorar las galerías sin problema.

Tras abandonar Peña Blanca se sigue la senda hasta Peña Centigosa, por el camino se siguen viendo ejemplos de esa actividad minera en la zona y ya cerca de Peña Centigosa comenzamos a ver el Puente de Requejo, un espectacular paso sobre el Duero que es un claro ejemplo de la Arquitectura del Hierro.

El mirador de Peña Centigosa, además de las vistas al Puente de Requejo y a los Arribes del Duero posee información sobre la ornitología de la zona, pero es la zona desde la que peor se ve el puente que llevamos teniendo de frente unos cuantos kilómetros.

Tras dejar el mirador hay varias opciones, se puede ir de nuevo a Villadepera o bajar a ver el Molino del Cubo, recomiendo esta última opción puesto que está solamente a 500 m y una bajada en zigzag muy fácil de seguir.

El molino es uno de los múltiples ejemplos de la actividad harinera que se dio en los Arribes del Duero, es una construcción restaurada que nos deja ver cómo funcionaba y de que partes constaban estas construcciones. Solo hay dos de este tipo en la provincia.

Tras la visita al molino ya se puede volver a Villadepera tomando la carretera ZA-321 que cuenta con muy poco tránsito rodado.

* https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/villadepera-13i19-117020015

La ruta discurre por el municipio más al norte de la comarca zamorana de Sayago, Villadepera, término municipal limitado por el Río Duero, que separa esta comarca de las tierras de Alba y Aliste.
La ruta comienza en bajada para dirigirnos a Peña Blanca, con su monolito rocoso y su pequeño mirador.
En el descenso, pasaremos junto a varias calicatas (pequeñas excavaciones minerales) la primera junto a una antigua fragua, más abajo una galería aprovechada como encerradero de animales, seguidamente una galería–fuente y justo debajo del Picón de Peña Blanca una mini galería y al lado los restos de un horno que mediante una tirolina lo unía a Mina Dorinda justo enfrente, en la otra orilla.
Tendremos después un largo y suave ascenso desde el que seguimos viendo el cañón del Duero y pasaremos junto al horno de la Chana utilizado como refugio de pastores.
Nada más llegar a lo alto, a lo lejos, veremos el Puente Pino o Requejo, de construcción metálica, que en su época fue el de mayor luz, 120 metros, y el de mayor altura, 90 metros sobre río. Y desde el mirador de Peña Centigosa podremos observarlo, desde arriba, en todo su dimensión.
Un corto descenso nos llevará al Molino del Cubo, llamado así por el regato que lo alimenta.
Tendremos un pequeño ascenso para comenzar la otra parte de la ruta, lejos del Duero, en un bosque de encinas, , llegando al punto más alto de la jornada en La Atalaya o acantilado de los Pueyos, a más de cien metros sobre el rio.
Podremos observar sus impresionantes vistas.
El regreso lo hacemos por un pequeño sendero paralelo al rio.
Después de cruzar el Arroyo La Santa nos encaminamos al pueblo, final de ruta.

* https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pena-blanca-centigosa-y-la-atalaya-de-los-pueyos-en-los-arribes-del-duero-102960443 

Crónica web publicada en el apartado de Rutas Recomendadas de la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León (FDMESCYL). 
 
Puede acceder libremente a toda la información detallada de la ruta en el siguiente enlace: https://www.fclm.com/ruta-recomendada/pena-blanca-centigosa-y-la-atalaya-de-los-pueyos-en-los-arribes-del-duero/ 
 
La ruta no forma parte de la red de senderos homologados de Castilla y León. La descripción del itinerario es meramente orientativa, siendo necesario planificar debidamente la actividad en función de las condiciones meteorológicas del día, de nuestra experiencia en montaña y de nuestra forma física. 
 
Podrás encontrar más información sobre senderismo en Castilla y León en nuestra web https://www.fclm.com/senderismo/

San Gimignano. La Toscana. Italia

 * https://www.italia.it/es/toscana/que-hacer/san-gimignano

San Gimignano, un viaje por el encanto de la Edad Media y la magia de la naturaleza

Una hermosa ciudad enclavada entre las colinas de Siena y las soleadas colinas del Val d'Elsa, rodeada de murallas del siglo XIII y rica de encanto medieval aún intacto: esto es San Gimignano, una pequeña y amada perla toscana.

Entre viñedos, campos de trigo y pueblos antiguos, es un digno representante de la Toscana del Chianti y del Val D'Orcia, donde reinan los sabores inconfundibles y la buena cocina tradicional.

Inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1990, San Gimignano conserva con cariño la atmósfera de un pueblo del siglo XIV y el aspecto de uno de los mejores ejemplos de organización urbana de la época comunal.

Sus inconfundibles torres dominan un paisaje que merece algo más que una visita para descubrirlo.

Entre las ciudades medievales italianas para ver al menos una vez en la vida, San Gimignano ocupa por derecho un puesto de honor: joya toscana con una historia interesante que comienza en la prehistoria y conoce su apogeo en la Edad Media.

De ser una aldea de la vía Francígena y feudo del obispo de Volterra, la ciudad medieval de San Gimignano creció en una situación geográfica estratégica que la convirtió en un itinerario querido por los peregrinos, especialmente los que venían de Francia y viajaban a Roma.

Delimitada por las primeras murallas, se convirtió en uno de los principales lugares de tránsito y descanso para viajeros y comerciantes, lo que aseguró una floreciente expansión. Su esplendor se detuvo temporalmente durante el periodo de la república florentina, asolada por la peste y el hambre, resurgiendo después para llegar intacta hasta nuestros días.

San Gimignano es un sitio de la UNESCO desde 1990 como obra maestra del genio creativo humano, un ejemplo excepcional de arquitectura y paisaje impresionantes, así como un testimonio único de una civilización del pasado que narra importantes etapas de la historia de la humanidad. De hecho, su auténtica estructura medieval se ha conservado con mucho cariño tanto a nivel arquitectónico como urbanístico, lo que nos permite admirarla embelesados hasta el día de hoy.

En particular, es el centro histórico de San Gimignano con sus torres, las que le han valido el apodo de la Manhattan de la Edad Media, considerándolas un valioso bien universal que hay que conocer, explorar y proteger. 

La ciudad de las bellas torres, aunque no es especialmente extensa, es rica en puntos de interés. Para visitar San Gimignano, empieza por estas paradas imprescindibles.

Partimos de la plaza Duomo , antaño centro de la vida religiosa y política de la ciudad y hoy una pequeña obra maestra de historia y belleza. Tómate un tiempo para visitar el Duomo de San Gimignano, que llama la atención por su fachada lineal y sin adornos, pero no te dejes engañar: contiene preciosos tesoros, como el fresco del siglo XIV que cubre sus muros y que nunca ha sido restaurado.

No se puede pensar en San Gimignano sin pensar en sus torres, a las que hay que dedicar tiempo. Parte de la torre del Diablo, una de las 14 conservadas y a la que se vincula una curiosa leyenda: el propietario, al volver de un viaje, notó con gran sorpresa que la torre era más alta de lo que la había dejado. Un acontecimiento prodigioso que fue inmediatamente atribuido a la intervención del diablo. También está entre las más conocidas gracias al videojuego Assassin's Creed. Igualmente interesante es la torre Grossa de San Gimignano, la más alta de la ciudad gracias a sus 54 metros y una de las pocas a las que se puede subir para disfrutar de una maravillosa vista de la ciudad y de las colinas circundantes. No te pierdas tampoco la torre Rognosa, que es la torre del palacio municipal, la más antigua y que durante siglos ha sido la más alta de la ciudad.

Entre los lugares mágicos que tienes que visitar en San Gimignano está, sin duda, la plaza della Cisterna, situada en la cima de la colina. La zona "comercial", en la que se encontraban las tiendas en el pasado, es una de las más bellas de la Toscana.