Domingueros Viti

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Despacio, despacio...Vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir.

martes, 4 de febrero de 2020

Hinojosa del Duero (Salamanca)


Ruta de BTT Número 8, desde Hinojosa del Duero.

Send btt cmno salto saucelle map

Nosotros la haremos a pie, con lo cual la difícultad, no es tanta, solamente salvar el desnivel de bajada y subida, pero con paciencia y aprovechando para ver las maravillas que nos ofrece la ruta, ya tenemos suficiente. La realizamos en ese sentido, pero luego decidimos realizar una variación de esta ruta (* https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ruta-de-los-contrabandistas-31994113)

Esta fue la ruta que hicimos. Salida de Hinojosa por un camino, casi al final del pueblo, por las señales del GR14 dirección a Saucelle y la ruta número 8 de BTT, que por cierto, me parece imposible que alguien pueda subir en bici hasta el Mirador del Pico de la Vela!
El camino es precioso, pasamos al lado de la fuente del Obispo y otro caño con un agua riquísima. Atravesamos las vías del tren y continuamos por un camino empedrado a ratos hasta la carretera que va de Hinojosa al Salto de Saucelle. La atravesamos, para continuar por las señales de BTT y de unas señales blancas y amarillas que nos acercan y bordean el río Duero. Luego ya la ruta se empina y va en zis zag hacia las casas de los Carabineros, donde comemos nuestros ricos bocadillos mientras admiramos el paisaje y el Mirador Pico de la Vela (a esa subida le faltan señales).
Continuamos por el GR14 y las señales amarillas y blancas y ya cuando tenemos la carretera abajo, sale un camino en dirección contraria, el cual tomamos, bordeando unas tierras, en un momento a nuestra izquierda vemos como unas minas, mas adelante a nuestra izquierda vemos el puente del tren de la Froya. Cuando ya estamos cerca, atravesamos una portera, para bajar hasta el y luego otra cusndo ya estamos abajo.
Una vez allí, pasamos debajo del puente a nuestra izquierda, por las señales del GR14 que nos lleva hasta Hinojosa.
Desde Hinojosa, aprox. 19/20 kms.

https://www.terranostrum.es/senderismo/salamanca/las-arribes/hinojosa-de-duero/btt-en-las-arribes-camino-del-salto-de-saucelle
Datos Básicos
Distancia: 14,9 km
Tiempo estimado: 1 h 15 min en bici
Punto de salida: Hinojosa de Duero
Desnivel acumulado: 508 m
Dificultad: Muy Alta
La ruta se inicia en la plaza del Juego de Pelota de "Hinojosa de Duero" y se dirige al cerro de San Pedro, lugar donde está situada la "Ermita del Cristo" (s. XII) y desde donde se puede empezar a disfrutar de magníficas panorámicas.
Salimos del pueblo por el camino que conduce hasta la "Fuente de origen romano del Obispo", para continuar, después de cruzar la vía férrea de la antigua línea ”La Fuente San Esteban – La Fregeneda” (cerrada definitivamente al tránsito de viajeros y mercancías el 1 de enero de 1985), por el "Camino de los Atajos", también utilizado en otros tiempos, como Ruta del Contrabando. Un camino muy transitado por los lugareños porque unía el pueblo con la zona de las Arribes conocida como "La Malena" donde tenían las tierras de labor, oliveras y almendros. Cada día bajaban al alba y subían al anochecer después de un largo día de trabajo entonando canciones tradicionales.
Al cabo de un rato la pista se transforma en un camino de herradura que, zigzagueando va descendiendo y acercándonos al río Duero por la zona conocida como el "Pielago", uno de los lugares elegidos en verano bañarse, refrescarse y para lavar la ropa por las mujeres del pueblo que bajaban en carros y caballerías desde Hinojosa.
Al llegar a la carretera, la cruzamos y vamos por una pista que pasa por detrás de la Quinta Blanca, atravesamos un regato y tomamos la pista que nos lleva al Duero. Lo bordeamos un rato y tomamos una senda en zigzag que sube al Mirador de La Vela.

Este díficil camino circular dirige al ciclista hacia la bajada del Salto de Saucelle, permitiendo la unión de la red de senderos BTT de Hinojosa de Duero con la del centro BTT de Saucelle.

La gran dureza del descenso y la exigencia de un muy buen control de la técnica de la bicicleta de montaña convierten al primer sector de bajada, que comparte trazado con el GR14, en un tramo de gran belleza y dureza.

Tras pasar el Arroyo de la Arañera, una vez cruzada la carretera, el camino se dirige de vuelta a Hinojosa por senderos de gran pendiente y dificultad, pasando por el Mirador de la Peña de la Vela, donde el trazado, de espectaculares vistas, se convierte en un amable sendero que dirige al ciclista de vuelta al punto de partida.

INFORMACIÓN DE INTERÉS
Ayuntamiento Hinojosa de Duero: 923 51 50





































https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ruta-de-los-contrabandistas-17638227

Dejaremos el coche en el mirador de la carretera de bajada de Hinojosa al Salto de Saucelle. Allí comenzaremos la ruta, pero la haremos en sentido contrario, para que la bajada no tenga tanta difícultad.

Peña la Vela - Hinojosa de Duero

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ruta-del-contrabando-24526427

https://siempredepaso.es/como-hacer-la-ruta-de-los-contrabandistas-en-las-arribes-salmantinas

EL PASEO. Desde Hinojosa hasta el mirador de Peña la Vela median 7,400 Km. Desde el aparcamiento en la carretera hasta el mirador de Peña la Vela median 3,300 km. En Hinojosa hay que partir siguiendo las señales del GR.14 hacia La Fregeneda. El camino arranca en la calle de San Roque, en el punto en que la carretera que llega desde Lumbrales alcanza una plazoleta con tres monolitos de granito. 450 metros más adelante, en un cruce en equis, hay que tomar el ramal que sigue por la derecha. Un poco después pasa por delante de la Fuente de Atrás, abovedada y probablemente de origen romano. Unos pocos metros más adelante hay que tomar el ramal izquierdo del camino e iniciar el descenso hacia el arroyo de la Rivera de Froya. Entre campos de labor, encajonado por las cercas de piedra y tras dejar atrás la fuente de la Cabrita, el paseo acaba por discurrir bajo el puente de la vía y cruzar el Arroyo de Froya por una pasarela de madera, en las proximidades de la desembocadura del Regato Pecarabo. Ya del otro lado, llegará el momento de abandonar las señalización del GR.14 para continuar tras las marcas blancas y amarillas que, ahora en dirección norte conducen, en 4 km, hasta el miradro de Peña la Vela.

Croquis de la Ruta de las contrabandistas

Si se desea rematar el paseo descendiendo hasta las mismas orillas del Duero que sorteaban los contrabandistas, bastará seguir esa misma señalización un poco más.

Recordar y aprender sobre lo que acabó convertido en un medio de vida al que se vieron abocados durante siglos los habitantes de ambos lados de la raya es hoy algo tan grato como echarse al monte y seguir los rastros de pintura que guían la llamada Ruta de los Contrabandistas, en el costado noroccidental de la provincia de Salamanca, a un paso de la localidad de Hinojosa de Duero. Según lo andarín que sea cada cual, puede optar por arrancarla de dos maneras: o bien desde la propia localidad de Hinojosa o a poco más de tres kilómetros del punto culminante de la ruta, el mirador con vistas al Duero desde el que vigilaba la autoridad competente para evitar que las mercancías entraran en la vida de los españoles por donde no debían.

La primera opción es un estupendo paseo de 7,400 km (ida) entre campos de labor -abandonados o no- siguiendo la señalización del GR.14, sin pérdida posible aunque con algún desnivel, hasta llegar a la Peña la Vela en la se ubican el mirador y, un poco por debajo, los restos del puesto de vigilancia que ocuparan en su momento retenes de carabineros o Guardia Civil, según la época. Si se prefiere el paseo corto, desde Hinojosa hay que tomar la carretera DS-590 que se dirige hacia la presa de Saucelle y hacer el alto en el Mirador del Contrabando. Ahí, además de dejar el coche, vale la pena tomar la primera lección.

Es la que habla, en los paneles lo dice, de ese tiempo en el que la raya hispano-lusa acabó convertida, por obra y gracia de los poderosos, en un tabique medianero imposible de traspasar para los vecinos de ambos lados excepto por los cauces reglamentarios. En este caso, los puestos fronterizos en los que debían abonarse las tasas en función de las mercancías que se pretendían introducir del lado portugués al español. Algo que, por otra parte, ya pasaba en esta zona desde que en el siglo XIII los señores del territorio comienzan a tomar conciencia de los jugosos beneficios que podían sacarle al simple hecho de exigir una fiscalidad a cualquier mercancía que se moviera de una localidad a otra. Mucho más de un país al vecino.

Pero el auge del contrabando en esta zona del oeste salmantino y zamorano vino a acentuarse a lo largo de los siglos con el paso de las crisis y las guerras. Los habitantes del territorio, habituados desde siempre a una economía de subsistencia basada en el trabajo del campo y la ganadería acabaron teniendo como último recurso el paso ilícito de mercancías.

Comienza entonces un juego de perseguidores y perseguidos que se fue manteniendo durante siglos hasta acabar convertido en un elemento más del paisaje. Precisamente, un paisaje lleno de obstáculos, peñascos, abismos, cañones, cantiles, vaguadas y mil figuras orográficas más que fue decisivo para que contrabandear fuera por aquí un verbo que podía conjugarse en todas las formas posibles.

Y aunque hoy aquella actividad aparezca revestida por un velo de romanticismo semejante al que envuelve a los bandoleros de Sierra Morena, por ejemplo, lo cierto es que asomarse a los paisajes por los que discurría pone los pelos de punta. Sobre todo porque la clandestinidad de unos y el empeño por impedirlo de otros, obligaba al juego nocturno. A colgarse de cuerdas en noches sin luna o salvar la corriente de un Duero embravecido en lo peor de la tormenta.

También al juego en equipo. Burlar los puntos de vigilancia, descubrir el momento en el que estaban expeditos, advertir de los peligros derivó en la formación de auténticas estructuras, cuadrillas de contrabando en las que cada cual asumía los papeles necesarios -guías, mochileros, cargueros…- para el éxito de la operación. Equipos de trabajo que anticipándose a Whatsapps o móviles lograban comunicarse o advertir de los peligros mediante elaborados códigos de comunicación que pasaban desapercibidos para guardinhas, en el lado portugués, y carabineros, en el español.

Esta Ruta del Contrabando -hay alguna más señalizada todo a lo largo de la frontera- lleva hasta el espigón rocoso de Peña la Vela, un balcón natural desde el que se avista el tramo más largo del Duero de todos los Arribes. Dicen los paneles, que la forma habitual de paso aquí antes de que se construyeran los embalses que cambiaron para siempre la fisonomía y formas de vida de este territorio (entre 1940 y 1950) era mediante el “sistema de la guindalera“, una tirolina de maroma gruesa que se ataba entre peñascos por encima del cauce del río y de la que se colgaban la persona o mercancía que hacían el paso y que eran atraídas hasta la orilla contraria mediante cuerdas. Tras la construcción de los embalses, que desdibujó el perfil agreste del cauce del Duero, las maromas fueron sustituidas por barcas.

El punto álgido del contrabando de mercancías con Portugal, que se generalizó con el nombre de estraperlo en toda España, tuvo lugar en las décadas que siguieron al final de la Guerra Civil. La escasez de casi todo, el hambre y el rígido intervencionismo del Estado revitalizó el uso de los antiguos pasos con Portugal para conseguir y comerciar con elementos tan básicos para el consumo como el pan, habas, garbanzos, harina… o no tanto, como el tabaco o el café.

Pero si vale la pena llegarse hoy con unos prismáticos hasta el mirador de Peña la Vela no es tanto por sentirse como un carabinero sin carabina y sí por disfrutar con minuciosidad del espléndido panorama que brinda: kilómetros y kilómetros de un Duero que discurre plácido entre las laderas agrestes del lado salmantino y las hileras curvilíneas de viñedos y frutales que se acomodan en el portugués. O, si se mira hacia el norte, la contundente mole de Penedo Durâo y el salto y embalse de Saucelle.

Otra gratísima sorpresa con la que se culmina el recorrido es el curioseo que brindan el conjunto de majadas tradicionales reconstruidas junto a la peña. Corrales, chiviteras y chozas que hablan también de trajines en la frontera. Ejercicios de supervivencia, estos sí, dentro de la ley.

http://senderismovistahermosa.blogspot.com/2010/10/gr-14-sendero-del-duero-y-ruta-de-los.html

La ruta que hemos realizado parte de la localidad de Hinojosa del Duero donde, tomando como referencia la Ermita del Cristo de la Misericordia, en el Cerro o Alto de San Pedro, se desciende hacia la Calle Alba y se abandona el pueblo, llegando a un crucero donde aparece el cartel indicativo del GR-14 Sendero del Duero con dirección a La Fregeneda y el correspondiente a la Peña de la Vela.

 El camino que seguiremos en este primer tramo es el de La Cabrita, por donde discurre el GR-14 señalizado con marcas rojas y blancas. En un principio este GR coincide tanto con senderos SL-verde y blanco-como con senderos PR-amarillo y blanco. Llegamos a un punto del recorrido donde hay una bifurcación. Nosotros tomamos la de la izquierda--Sendero GR-14--ya que quisimos ampliar el recorrido para pasar por el Arroyo Froya y disfrutar de uno de los puentes de la abandonada Vía Férrea de la Fregeneda. Si se decide tomar el de la derecha, iremos también a la Peña de la Vela, pero por un sendero PR-amarillo y blanco--que desemboca en la carretera del Salto de Saucelle y la abandona metros más adelante para coincidir posteriormente con el recorrido aquí descrito. Nuestro camino continúa, como hemos especificado anteriormente, siguiendo las marcas del Sendero del Duero GR-14.

Llegada al Arroyo Froya ,observamos el puente, vigilante sobre nuestras cabezas y momento de descanso y relax para tomarse un refrigerio y cargar fuerzas para lo que todavía queda. Cruzamos este inolvidable arroyo por un puentecito de madera e inmediatamente a la derecha tenemos el indicador del Sendero del Duero GR-14. Mucha atención a partir de este momento, ya que unos metros más adelante y a la altura de dos porteras de metal perfectamente visibles , giro de 90º a la derecha para abandonar el Sendero del Duero GR-14 y subida posterior por una amplia pista de tierra que se ve al frente, denominada Camino del Rusmarino y que desembocará más adelante en la Ruta de Los Contrabandistas, que nos llevará a La Peña de la Vela.

Llegamos a una nueva bifurcación, donde tomaremos la de la derecha para enlazar de forma inmediata con la Ruta de los Contrabandistas, señalizada ya hasta el final del recorrido con marcas amarillas y blancas.La penillanura desaparece, afinamos la vista para observar a nuestra izquierda las Minas de Caolín de La Fregeneda y las arribes se presentan ante el caminante en todo su esplendor.

Regreso hacia Hinojosa del Duero ahora sí, por el sendero PR-amarillo y blanco--perfectamente señalizado hasta dicha localidad, pasando por la Fuente Peracabo y el Camino de los Pilonitos para terminar en la Ermita del Cristo de la Misericordia.